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Mostrando entradas de abril, 2009

La jaula

Cuando abrí la puerta de la jaula de mi canario, simplemente no pasó nada. Ignoró todas las posibilidades que se le ofrecían -puede que acertadamente- y se limitó a permanecer enquistado en la rutina que conocía de toda la vida. Me hizo pensar sobre si no serán internas todas las jaulas.

Manchas

La gente le decía " Anímate ", con cierto tono de recriminación, como si les pareciese teatral, infantil, tanto hundimiento . Ella sólo sentía impotencia ante estos apoyos; sólo se sentía más y más sola . Sentía que se había perdido y veía como los equipos de rescate la buscaban en una zona en la que no estaba. Ella estaba fuera de la vitrina del lenguaje. No estaba en la zona en la que unas palabras de ánimo pudieran tener algún efecto. Ella estaba en la zona del llanto, del temblor, del suspiro, de los gemidos, las risas y las nauseas. Era una zona mucho más profunda que las palabras; era la zona de las manchas, de los borrones. A veces todos esas manchas sagradas, los miedos, las inseguridades, los deseos y los recuerdos se alineaban y formaban un discurso comprensible, coherente. Eran los días en los que ella parecía una persona civilizada y cabal. Pero ahora cada mancha, cada instinto ininteligible, pre - lingüístico , visceral, trotaba libre en su interior. Y mientras

Cinco

Hacía una semana que se había divorciado. Iba en el autobús, sentado con las manos entrelazadas. A través del cristal vio una pareja que caminaba por la calle; iban cogidos de la mano. En ese preciso instante, de forma parecida a como las personas que han perdido un miembro lo siguen sintiendo, él sintió que su mano izquierda era la de otra persona -la de ella- que cogía su mano derecha. Fue una sensación tan nítida que se asustó, se asustó de estar tan triste.

Cuatro

Sentía como perdía la vida a lo largo de la línea que había trazado la trayectoria de la bala. Y tuvo uno de esos singulares momentos de lucidez final: "Que extraño... no lo entiendo... siento... lo veo claramente... siento que todo ha sido un sueño" Y se derrumbó. Se confirmó así la sospecha que siempre había tenido en vida: que al morir, tanto creyentes como no creyentes se llevan una gran sorpresa.

Los visionarios, las planchas y las marchas de los coches

Me considero a mí mismo un visionario. No sé si un visionario acertado o errado, pero visionario al fin y al cabo. Lo que realmente nos caracteriza a los visionarios es que tenemos un impulso natural, involuntario, que nos hace ver las cosas como serán dentro de mucho tiempo. Si ves las cosas como serán dentro de cinco años, tienes una muy buena opción de forrarte. Si, como es mi caso, lo que ves son las cosas como serán dentro de décadas o siglos, no tienes ninguna posibilidad de hacer algo de provecho con tu don. Así que acabas guardándote tus visiones para ti mismo, ante la incompatibilidad de hacérselas ver a los demás con la misma claridad y mantener cierta aceptación social al mismo tiempo. Pero como este es mi blog y no le queda más remedio que aguantar mis delirios, voy a explicar un ejemplo: las marchas de los coches. Yo no conduzco. Y por eso puedo ver el coche desde fuera, objetivamente, sin prejuicios. Y siempre he tenido clarísimo que no deberían existir las marchas. La

Zuhanden

Heidegger identificó Zuhanden (listo para usar) como el modo de ser de las herramientas. Tienes que clavar un clavo en la pared. A tu lado tienes un martillo. Simplemente coges el martillo por el mango, de forma natural, sin necesidad de artificios, y golpeas el clavo. El martillo es una simple extensión de tu mano. Es una herramienta, así que no le prestas atención; la actividad no está protagonizada por el martillo; no es una experiencia en sí mismo. La experiencia es la acción a la que contribuye. Si el martillo tuviera un mango extraño, inusualmente áspero o resbaladizo, o estuviese roto, desencajado, y fuera algo más complejo de utilizar, pasaría a ser Vorhanden (presente en la mano). La experiencia de la herramienta ya no es directa, elemental, intuitiva. El martillo se siente, se hace visible, se manifiesta. Pasa a co -protagonizar la experiencia. Sirve de herramienta pero cobra un peaje. Es un agente de la acción; incluso cobra cierta personalidad. Nos jode , nos enfada, le

Universo-6

Tenemos un millón de universos-dado. Y comenzamos a lanzarlos. En el primer lanzamiento del millón de universos-dado, 166.666 sacan 6. En el segundo lanzamiento del millón de universos-dado, 27.777 siguen sacando 6. En el tercer lanzamiento del millón de universos-dado, 4.629 siguen sacando 6, y sus habitantes ya se ven con fuerzas de creer en el razonamiento por inducción. Se creen especiales, afortunados, aunque estadísticamente lo extraño sería que no hubiera algún "universo-6 duradero" entre el millón de universos-dado. En el cuarto lanzamiento del millón de universos-dado, 771 siguen sacando 6, y sus habitantes, con una ciencia ya avanzada, descubren la constante universal " Py ". Py = 6, y es la relación entre el perímetro de la circunferencia y su radio en los universos-6. En el quinto lanzamiento del millón de universos-dado, 149 siguen sacando 6. Bueno, en realidad sólo 128 sacan 6. Hay 128 universos-dado en los que, tras haber sacado siempre 6, sale 5. Pe