El día que murió mi madre
El día que murió mi madre, unos perros del barrio estuvieron ladrando hasta muy tarde por la noche. No hacía ni frío ni calor, y el cielo no estaba totalmente despejado ni muy tapado. Al día siguiente se me estropearon mis auriculares Philips, y escribí en mi Twitter: "Todo esto me pasa por comprar unos auriculares no-Sennheiser"