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Mostrando entradas de enero, 2009

La cigarra y la hormiga - Segunda parte

Tras decirle aquello, la hormiga cerró tras de sí la pesada puerta del hormiguero, dejando fuera a la cigarra con su violín. Fue un invierno largo, especialmente largo, el que pasó la hormiga dentro del hormiguero. El trabajo no se había detenido, sólo había cambiado: ahora ya no se trataba de recolectar alimentos, sino de cocinar, limpiar, excavar nuevos túneles, mantener los almacenes... y además sin ver ni un rayo de luz solar. Echaba de menos el verano, y en cierta manera, echaba de menos la música de la cigarra, que le hacía más liviano el trabajo. Ahora recordaba cómo tatareaba las mismas canciones que le oía tocar, y eso le servía para imprimir ritmo y alegría a sus quehaceres. En el hormiguero había pocas distracciones, era un entorno francamente estresante y claustrofóbico . La hormiga estaba cada día más deprimida y agobiada, no se sentía compensada con tanto trabajo y tan poca diversión. Incluso comenzaba a pensar que más le hubiera valido ser como la cigarra. Ahora estarí

Órbitas

Es difícil mantener una órbita perfectamente circular. Lo fácil es entrar en una espiral. Una órbita espiral es la que describen realmente los cuerpos celestes. Tienen ligeras pérdidas de energía, perturbaciones y accidentes en su recorrido, y nada lo compensa. Así que lentamente, de forma prácticamente imperceptible, decaen. También cuanto más fracasas, es más fácil que fracases, y requiere más esfuerzo adicional vencer la cobardía, el peso de la experiencia, e invertir el proceso. Y cuanto más éxito tienes, es más fácil que tengas éxito. Lo mismo vale para el dinero. De forma similar, cuanto más tiempo estás triste, más fácil es seguir más y más triste, aunque lo mismo sucede con las etapas optimistas. En general, son estadísticamente más probables los estados fuera del equilibrio. Es por eso que ni los estados ni las empresas pueden limitarse a permanecer igual, siempre se ven obligados a crecer. En la vida real, no avanzar no significa permanecer, sino retroceder. Mantener un satél

La torre

Cada uno conoce sus parajes, sus rincones. Conoce su país interior. Sabe a qué oscuros chamanes recurre en cada momento, a qué balnearios escapa antes de dormir por las noches. Cada uno sabe los pasados que ha viajado en su máquina del tiempo, en esa amalgama confusa, blindada, de la soledad interna. No hay detectives que valgan. Es como una gigantesca ciudadela tal que, desde el exterior, sólo se puede escudriñar e intentar descifrar las sombras de las ventanas. A veces nos llevamos una sorpresa, y desde esas fortificaciones vemos a alguien que nos hace señales con antorchas. El interior se ha ido construyendo, fortificando más y más, transformando en un laberinto de estancias. Y ahora el habitante nos pide que le ayudemos a salir.

Lenguajes comunes

Conceptualmente, me fascinan los opiáceos. Fijaos bien: hay una planta en Colombia (por ejemplo), una planta que ha evolucionado desde los millones de años que le haya tocado evolucionar, y resulta que contiene una sustancia que interactúa con el cerebro de los seres humanos, que también hemos evolucionado nuestros millones de años. ¿No os resulta chocante? Hay un lenguaje químico común que hablan las neuronas humanas y las flores de la adormidera, evolucionando ambas especies de forma totalmente independiente. A priori, podría parecer que estadísticamente lo más fácil sería que nada interactuase con nada: que las plantas tuviesen su lenguaje molecular desarrollado para su existencia vegetal, y los mamíferos el suyo propio. Pero en realidad los lenguajes "locales", particulares de cada especie, tienen un papel mínimo. Los lenguajes comunes con toda la biosfera son los que realmente tienen un papel principal en todos los seres. La sensación de extrañeza aumenta cuando estu

Mi canario y la actitud ante lo desconocido

En una de las amenas charlas filosóficas que mantengo con mi canario, le decía: - Ah Pipo, no me extraña que tú estés en una jaula más pequeña que la mía. Aunque compartamos un 70% de nuestros genes, cuando vosotros veis algo nuevo salís huyendo y avisáis a vuestros congéneres para que también escapen. Cuando nosotros vemos algo nuevo, lo investigamos y si es interesante informamos a todos nuestros colegas. Si es peligroso avisamos a todos nuestros amigos para derrotarlo. Ya ves, es una cuestión de actitud: se ha de confiar en que la unión para hacer la fuerza. Nuestra sociedad es cóncava respecto lo desconocido, se concentra; la vuestra es convexa, se dispersa. Y así acabáis , cada individuo separado en su jaulita . Luego me quedé pensando si entre nosotros no habrá también algunos hombres con actitud de canario.

Un juego

Mirad, es que os lo cuento tal como ha sido: mientras estaba en la ducha he pensado que voy a ofrecer a los escasos -pero selectos- seguidores de este blog la posibilidad de jugar de un juego bastante original. Debo advertiros de que se trata de un juego para adultos cabales, está más cerca de la ouija o la ruleta rusa que de un simple sudoku . Si eres menor o no te crees suficientemente estable hoy por hoy, mejor deja de leer este post. De hecho, se trata de un juego por el que realmente han muerto personas, muchas, en todos los siglos y en todos los países. Hoy en día está oficialmente prohibido en un buen puñado de países, y visto con malos ojos en la mayoría. Partiendo de este juego, se han amasado fortunas inmensas, pero también se han llenado cárceles y manicomios. Curiosamente, todos hemos jugado alguna vez a él, pero siendo muy niños; en cuanto nos dimos cuenta de su peligro potencial, lo abandonamos y olvidamos por completo. Por cierto que aún estás a tiempo de dejar de leer,

Interiores

Creo que era Nietzsche quien razonaba "dicen que la corrupción acabó con ese partido; pero un partido que tiene esos niveles de corrupción, ¿no está ya acabado?". Es una reflexión interesante sobre causa y efecto, y el embuclamiento en el que a menudo se enredan los dos conceptos. Hoy me he acordado, cuando alguien me ha dicho acerca de una amiga "desde que lo dejó con aquel chico está muy dolida... le hizo mucho daño". Para poneros en contexto, "aquel chico" era un garrulo incurable con el que todos veíamos que acabaría mal. Pero a la chica en cuestión - y esta es mi teoría personal - le habían entrado las prisas porque acababa de cumplir los 29 años y todas sus amigas tenía pareja. Y esas prisas le llevaron a elegir al primero que pasó por delante. Y aquí viene cuando me acordé de Nietzsche : fue aquella pareja quien le hizo daño, o precisamente se encontró en aquella relación porque algo dentro de ella, cierta actitud, cierta predisposición, era la