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Mostrando entradas de mayo, 2008

Tetris

Me pregunto si lo adictivos que resultan algunos juegos de arcade clásico está relacionado con su mecánica sencilla, emulando la vida misma. Comenzando por el tetris. Siempre me ha parecido que las conciencias funcionan un poco así, como el tetris. Van cayendo experiencias de formas y colores variadas, y las encajamos donde podemos de acuerdo con las experiencias previas. Si son más pausadas pueden acomodarse más fácilmente. Si son más violentas o tienen formas más extrañas, menos compatibles con las anteriores, se apilan. Cuanto más variadas sean las piezas anteriores, más fácilmente encajarán las nuevas. Y siempre, constantemente, hacemos esfuerzos por encajarlas todas y poder olvidarlas. Mientras tanto, permanecen ahí, amenazando con la saturación.

Stress

Hay tres causas principales del stress ; la primera y mas importante es la tendencia primaria a forzar los ritmos orgánicos en una situación de peligro, para facilitar la huida o la respuesta a la amenaza. Hoy en día también sobrecargamos nuestro cuerpo con el peso del stress incluso días antes de que el peligro real vaya a tener lugar. La segunda es la costumbre infantil de montar una pataleta cuando uno se encuentra ante una situación desagradable, para mover a un adulto a solucionarla. Y la tercera es la creencia católica de que un sentimiento de culpa, preocupación y desvelo dignifica frente al ser divino, es una especie de ofrenda a Dios que le llevara a interceder a favor de la persona en apuros, (vamos que el stress tanto en este caso como en el anterior es una especie de foco para llamar a un batman que acuda en nuestro rescate). Si repasamos estas causas objetivamente, nos daremos cuenta de que no tienen sentido para un homo sapiens occidental, adulto y consciente

Planchar

Mira que hay modas extrañas, incómodas e incluso antiestéticas (algunas entran directamente dentro de la anti -moda): hay pantalones caídos hasta casi las rodillas, piercings en la cara, pantalones rotos, ropa llena de remiendos... Sin embargo, por algún extraño motivo, aún no se ha conseguido imponer la moda llevar la ropa sin planchar. Llevarlo todo, y todos los días, sin planchar (eh, pero limpio!). Qué ahorro de tiempo, de energía, incluso de espacio almacenamiento (podría dejarse toda la ropa en una sola bola). Además la ropa duraría más, al meterle menos ajetreo. Nada nada: arrugas al poder!!

Lógica binaria

Me resulta curioso: en la naturaleza, no existe nada binario. La lógica binaria o booleana, el "sí/no", "0/1", no aparece en ningún fenómeno natural. De hecho, si apareciese, violaría la ley relativista según la cual no se puede transmitir información a una velocidad superior a la de la luz (y si algo pasase de 0 a 1 en tiempo 0 habría una transmisión de información a velocidad infinita!...). Además, personalmente me resulta inconcebible que algo pase de un estado a otro así, sin nada en medio , como un mago que desaparece en una nube de humo... Sin embargo, la lógica binaria no sólo es la base de la informática -eso sería lo de menos- sino que precisamente es la base de la informática porque es la base de la forma de razonar de los humanos. Eso es ya es más importante, y supone un ejemplo claro del inquietante divorcio entre las leyes de la naturaleza y el razonamiento humano.

Consciencia

Todos estaríamos de acuerdo en que una bacteria no sabe por qué hace lo que hace; procesa nutrientes de forma determinista, mecánica, sin posibilidad de elección. Claramente, no es una actividad consciente ni racional. A medida que subimos en el árbol evolutivo, nos encontramos mecanismos automáticos similares, cada vez más complejos; tampoco es consciente un pájaro de porqué hace un nido de una determinada manera, o de porqué empolla los huevos. De la misma forma una abeja no sabe porqué las celdas de su panal son hexagonales, y otros tantos ejemplos. Todo esto lo digo porque hoy he tenido la sensación de que el ser humano tampoco sabe porqué hace las cosas más importantes de su vida, aunque les intente dar un tinte racional. Un ejemplo lo tenemos en las madres, que mayoritariamente sostienen a sus bebés apoyándolos con el brazo izquierdo, sean diestras o zurdas. Cuando se les pregunta por qué lo hacen, las respuestas son variadas: "así tengo el brazo derecho libre para hacer ot

Líderes

Hoy, sábado, acabo de llegar de una comida de empresa. Durante todo el tiempo me he estado acordando de esos relatos lacrimales de mujeres obligadas a prostituirse por su situación económica... siempre explican cosas como "alejaba mi pensamiento de allí, me concentraba en algún objeto de la habitación y me dejaba hacer". En mi caso, intentaba concentrarme en la rama de un árbol en el exterior del restaurante. Curioso, verdad? Hay gente que cree que robándote unas horas de tu sábado, de tu tiempo libre, obligándote a compartirlas con ellos, te hacen un favor. Que has de estar feliz y contento de ver a tus compañeros de trabajo unas horas más esa semana. Que probablemente no tienes nada mejor que hacer. Le he dado vueltas a la cuestión, intentando comprender cómo alguien puede llegar a esa conclusión tan naturalmente, cómo se entra en una dinámica de poca consideración hacia los demás. Mi conclusión es: "líderes". Tengo mi propia definición de líder: es alguien que no

El día

El día llegará, y será realmente divertido, de verdad. Ese día, alguien mirará el cielo una tarde, un cielo madreperla ligeramente trufado de disparos negros de aves cosiendo el espacio, y de repente pensará "qué aburrido, qué aburrido todo lo demás!". Se levantará, y pensará que profunda, vitalmente, se aburre. Paseará arriba y abajo en su casa, con las manos en los bolsillos. Lo mismo le pasará a otros, y la expresión en boca de todos, el lema del nuevo comienzo, será :"¿y qué?". Ese día, la gente mirará los anuncios en televisión, en internet y en las revistas, los miles de millones gastados en fuegos artificiales, y todos dirán "¿y qué?", "no necesito nada de esto, en realidad". Se darán cuenta de que han estado jugando policías y ladrones, a papás y a mamás, a jefes y oficinistas; les enseñaron esos juegos de pequeños y quedaron atrapados en ellos. Pasaron de los billetes del monopoli a los reales, y se quedaron dando vueltas al tablero. P

TANSTAAFL

" There Ain't No Such Thing As A Free Lunch ” es una expresión para indicar que nada es realmente gratis. En un buffet libre, el precio y la comida están perfectamente equilibrados (de acuerdo a una estadística que favorece al dueño del restaurante). Cuando te sirven cacahuetes con una bebida, no son gratuitos; se sabe que –estadísticamente- harán que se consuma más. Y así con todo, con la economía, con la sociedad, la vida, la física…con la realidad en general. Simplemente, no es posible obtener algo sin sacarlo de alguna parte, es la más sencilla ley de conservación. Es sorprendente la cantidad de gente que, ya en el siglo XXI, aún no ha comprendido real, profundamente este concepto básico. Que cree que existe la generosidad, la gratuidad, el desinterés, las modas, la bondad y la maldad. Que cree que hay cosas en la vida que surgen “porque sí”, de la nada, sin obedecer ninguna causa. TANSTAAFL viene a aclarar estos puntos. Son especialmente engañosos los fenómenos que en pri

Contabilidad

Escandallos. Asientos. Debe y haber. IVA Repercutido y Soportado. Rappel. Pases. Punteo. Gastos Atípicos. Y en la declaración de la renta: Base Imponible del Ahorro, Determinación de Base Liquidable General, Cuota Líquida Autonómica, Total Pagos a Cuenta… y al final, lo único, todo lo que hay, son cantidades que se cobran y otras que se pagan, son sistemas con 2 grados de libertad. No hay, insisto, absolutamente nada más que eso. Vista esta absoluta falta de sentido sistemático, de intento de generalización, de simplificación, mi conclusión sobre el mundo de la contabilidad es que si la Química hubiera sido hecha por contables, aún estaríamos anclados en la Alquimia, con sus nomenclaturas extrañas y conceptos esotéricos. Y si los contables hubieran hecho las Matemáticas, aún estaríamos usando la numeración romana...

Viajeros

La diferencia entre turista y viajero, al igual que la diferencia entre quien va a ver la película de moda y el cinéfilo, o el que escucha los 40 principales y el melómano, o el cuadro que combina con el color de las paredes y un Picasso, es una cuestión de intensidad y de actitud, y es básicamente la misma diferencia que entre querer (en el sentido de anhelar) y necesitar. El turista desea ir, el viajero ha de ir. El turismo es una concepción cultural, un hobby, algo así como ir de rebajas o ir al cine. Es más vaselina para suavizar la dura mecánica social del día a día, es algo "para liberar tensiones". El turista busca algo en el exterior, una playa o un monumento; visita Tailandia como si fuera un parque temático tailandés; el destino es un producto de consumo. Para el viajero, el viaje es una parte de sí mismo, y es esa parte de sí mismo que le falta lo que está buscando. Es una actividad totalmente introspectiva. El turista hace centenares de fotos en las que sale él co